¡Comienza la última semana para algunos de nosotros! Y ahora
soy yo, Julia, la encargada de poneros al día.
La última semana Luis, Jaime, Ángela, Miranda y Parra
terminaron su trabajo en Msitu wa tembo. Así que tras el duro trabajo, fueron a
Pangani, un pueblo costero al noreste de Tanzania. Unas muy merecidas
vacaciones. ¡Asante equipo!
Hanna y yo nos turnamos esta semana para trabajar en el
dispensario. Seguimos tomando datos y descubriendo como funciona. La verdad es
que la doctora, las enfermeras y las trabajadoras del laboratorio son de mucha
ayuda y están abiertas a todas las preguntas que queramos hacer.
Yo empecé trabajando en mi seminario para las mamas. Esta semana tratamos el tema de higiene y aunque más simple que el resto de seminarios que han ido enseñando mis compañeros, es muy necesario que las mamas recuerden principios básicos de higiene en sus hogares ya que su salud dependerá en gran medida de esto. Para este seminario surgieron unos cuantos contratiempos. Este mes las mamas están muy ocupadas trabajando en las shambas (tierras de cultivo) y solo pudieron acudir el viernes al seminario, además su exposición al grupo será otra semana. Una vez más el trabajo nos enseña a encajar los contratiempos y a seguir buscando soluciones.
Por su parte Hanna se hizo cargo del seguimiento del niño
con parálisis cerebral y su acogida en el centro de rehabilitación Gabriella
que tendría lugar el lunes siguiente. Visitó el centro
Gabriella y descubrimos que también ayudan a jóvenes. Esto es una gran noticia
para nosotros puesto que conocemos varios casos en Msitu que requerirían esta
ayuda. ¡Seguiremos investigando!
Además en ratos
libres visitamos otros proyectos como la clase de inglés a las mamas de Msitu y
el grupo de joyería Maasai que TATU lleva a cabo con las mujeres Maasai de su
comunidad. Y el fin de semana aprovechamos para visitar algunos lugares
increíbles que este país nos enseña como el Lago Chala y el oasis de Majimoto.
A veces este país nos sorprende con la forma tan diferente
de hacer las cosas, otra parte de la cultura a la que tenemos que
acostumbrarnos y amoldarnos para llevar a buen puerto los proyectos. Como Ángela
nos comentaba la semana anterior, a veces es difícil y normalmente hay que
cambiar y reajustar horarios, planes y pensamientos pero pole pole (despacio)
vamos consiguiendo sacar a delante proyectos que ayudaran a esta comunidad. Y
ya sabéis lo que dicen, cuanto más duro es el trabajo, mayor el éxito
alcanzado!
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